Asesinó a su padre y le dan 20 años

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REYNOSA, Tamaulipas.- Dentro de un procedimiento abreviado, un juez de Control dictó sentencia condenatoria de 20 años por el delito de parricidio, para el sujeto que perturbado por unas voces que le ordenaban matar y poseído por el diablo, diera muerte a mazazos y degollara a su propio padre, en la colonia Pueblo Viejo.

La pena fue dictada mediante una videoconferencia, en virtud que el imputado se encuentra detenido en el Cedes de ciudad Reynosa, Tamaulipas, por otro delito.
Mientras el fiscal Cristian Osiris Hernández Cortina, relataba los hechos ya descritos, el imputado estaba atento, acompañado de su defensor público.

Al imputado también se le condenó al pago de la reparación del daño, por la cantidad de 273,602 pesos, pero la madre del sentenciado y esposa de la víctima, renunció a ello, siendo aprobado esto también, por su asesor victimal, el licenciado Héctor Gerardo Vélez Mascorro.

Los hechos sucedieron la madrugada del 22 de noviembre del año 2016, cuando Juan Santiago “N” cansado de escuchar voces que le indicaban que asesinara a su padre, ese día se despertó como a las 3 de la madrugada para tomar el mazo de fierro y pegarle en repetidas ocasiones a su padre, Santiago “N” de 63 años, que en ese momento se
encontraba dormido, en su domicilio de la calle Querétaro, en la colonia ya mencionada.

Mientras su padre se retorcía en la cama y lloraba del dolor, las voces malignas se burlaban de él, por ello es que decidió tomar un cuchillo para cortarle la yugular.

Refiere el sentenciado que aun así su padre no se moría y las voces del más allá que seguían burlándose hasta que decidió meterle un trapo en la boca a su padre, luego lo tapó con una sábana y una almohada para finalmente escapar.

En ese momento tomó la cartera del occiso, las llaves y se fue en el automóvil Nissan Altima, modelo 2003, y enfiló rumbo a Reynosa, donde asegura que el carro se le descompuso y para continuar la huída se apoderó de un taxi por medio de la violencia.

Sin embargo, el exceso de velocidad llevó a oficiales de la Policía Federal a que le marcaran el alto a la altura del kilómetro 181 de la carretera Reynosa-Monterrey.
El tipo iba tan nervioso, que terminó confesando que acababa de matar a su padre.

Fue así como a las 7 de la mañana, la Policía Investigadora inició la entrevista en el domicilio mencionado y pudo dar con el cadáver del infortunado hombre que estaba acostado en su cama, pero ya sin vida.

Una vez que la esposa del occiso se percata que su hijo estaba preso en Reynosa, Tamaulipas, acude a visitarlo, pero el sentenciado agachó la cabeza “perdóname, estaba poseído por el demonio”.

Ahora Juan Santiago “N”, deberá de pagar la pena de 20 años de prisión impuesta por el juez de control, más los cargos por los fue detenido en aquella población.

En la audiencia se conoció que el delito de parricidio se castiga entre los 20 y 50 años de prisión, pero en este caso, el imputado se conformó con los datos de
pruebas de la fiscalía y, por ello, es que se le dio la pena mínima.

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Redacción Telered

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