CERÓN VS RAYO MEZA

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Jab en Corto

CERÓN VS RAYO MEZA

Raúl Hernández

Antes de que remodelaran el gimnasio de boxeo municipal, en ocasiones hacían competencias afuera del gimnasio, instalando el ring y unas cuantas sillas para presenciar el clásico torneo de “Los Guantes de Oro”, en otras ocasiones también llamado “Torneo de Barrios”.

RAYO MEZA VS CERÓN

Se trataba de los pupilos, que apenas se iban forjando en el deporte del box amateur, esos muchachos quienes poseen la adrenalina, la chispa y el hambre de sobresalir, de ser alguien. La clase comenzaba a las 4:00 de la tarde y así pues se iban puliendo y los que avanzaban, mantenían la oportunidad de después dar el salto para ingresar al boxeo profesional.

En las competencias de las cuales mencionaba, antes de subir al cuadrilátero uno podía observar a los peleadores “manopleando” para calentar y afinar puntería, aunque considero que a veces hacían muchos “panchos” en manoplear como para apantallar a la raza y de tanto soltar golpes perdían potencia y subían cansados…

Muchos de los púgiles a quienes los veo manoplear antes de pelear, la mayoría pierden, pues son golpes gastados y al ring hay que subir con todo el oxígeno posible. Esos golpes que tiran abajo , los van a necesitar arriba.

En las peleas profesionales es cierto en ocasiones ves a los boxeadores manopleando, pero con suavidad, solo para desentumir los músculos.

Ahí en el tradicional gimnasio municipal dentro de la Unidad Deportiva Benito Juárez, el perímetro se dividía en dos partes, en dos establos, por un lado, podías encontrar toda la experiencia y las enseñanzas de (+) don Valentín Rayo Meza o cuando no estaba el señor, estaba su hijo Luis Rayo.

LOS ANTIGUOS MANAGERS DEL GIMNASIO MUNICIPAL

Ellos eran los managers de esa esquina e instruían los pasos básicos del box, te indicaban como vendarte los puños y luego como pararte correctamente, postrando el ángulo, la leve flexibilidad de las rodillas y la guardia arriba bien ceñida, puños arriba, codos cerrados para que no entraran los ganchos y recorrer suavemente por las cuatro esquinas del ring, tres jabs y un cruzado.

Eran tres semanas con lo mismo con la intención de quedar bien aprendido, ya después venia lo demás, meter ganchos, volados y uppers, ya cuando te veían “cuerdo” entonces sí, a darle al sparring.

Por otro lado, pero en el mismo gimnasio, con el entrenador (+) Jorge Cerón las cosas eran muy diferentes, era un trabajo, una preparación durísima que, pocos aguantaban y nomas aguantaban un día y ya no volvían a ir.

Antes de empezar a hacer sombra, Cerón, ordenaba de 15 a 20 minutos de calentamiento físico exhausto sin parar, correr ir y venir, agacharte, driblar y saltar obstáculos, correr en pleno sol o helado, saltar la cuerda a toda rapidez, lagartijas, sentadillas, un montón de abdominales.

E incluso azotar una llanta de tractor con un mazo, ese ejercicio es clásico y aun se les ve haciéndolo a los profesionales, es para endurecer, hombros y la espalda. Y más y más ejercicios, muchos se iban casi desmayándose tal vez el maestro exageraba un poco, pero ese era su modo de trabajar.

Mientras que en lo boxístico también se empeñaba, además del ataque el cual se basaba en la rapidez, potencia y continuidad, de igual manera se ponía énfasis en la escala defensiva; cabecear para hacer fallar al rival y agregándole movimientos laterales de cintura y agiles reflejos, balanceando una labor muy completa.

Y claro también hacer sparring, cuando los peleadores de los dos entrenadores chocaban saltaban chispas, había un tremendo pique deportivo.

Cerón era perfeccionista, exigente y en ocasiones hasta soberbio, mientras que don Valentín más era sencillo y más alegre. Mis respetos para ambos señores, Cerón, y don Valentín Rayo Meza “El Pimienta”, dejaron grandes sabidurías y muchas anécdotas por su paso en el boxeo neolaredense.

Bueno, me voy, me voy me fui. Cuídense mucho y ¡aguas con el Coronavirus!.

Que pasen excelente fin de semana…!Y Puro Box!

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Redacción Telered

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