Militares manipularon evidencia y sembraron arma a jóvenes acribillados
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Manipulación de evidencias, siembra de un arma, cargadores y cartuchos así como amenazas a los sobrevivientes, fueron los ilícitos perpetrados por militares que acribillaron a cuatro jóvenes en el fraccionamiento Colinas del Sur el pasado 7 de febrero.
“La cagamos, la cagamos” fue el grito que escucharon los sobrevivientes cuando los soldados se acercaron a su auto, donde un comerciante murió, dos jóvenes resultaron heridos y uno salió indemne.
En los trágicos hechos murió Javier, de 26 años, de oficio comerciante, mientras que sus amigos Osvaldo Misael, de 23 años, y José Luis, resultaron heridos y Daniel Alfonso, de 34, salió ileso y fue detenido por los militares, aunque ya se encuentran en libertad.
Un Juez de Control desestimó las imputaciones de los militares, al quedar en evidencia la manipulación de evidencias y la siembra del arma, además de la ilógica declaración que la víctima iba manejando de reversa y les disparó.
Se demostró ante el Juez de Control que los militares realizaron un montaje, al darse cuenta que habían disparado contra jóvenes inocentes, además de un uso excesivo de fuerza y que no hubo agresión en contra del personal castrense.
Se destaca en las investigaciones que en el lugar no se encontró ningún cartucho percutido, incluidos los disparados por los soldados que limpiaron la escena antes de dar aviso a la FGR y a la FGJT.
Personal militar en cuatro unidades, una de ellas blindada, bajo el mando del Teniente de Caballería Alejandro Morales Leyva, aseguraron que los jóvenes iban armados y que ellos repelieron la agresión.
Pruebas de rodizonato de sodio resultaron negativas a los jóvenes, confirmando que ninguno había disparado.
De los 20 militares que iban en tres patrullas y un SandCat blindado, sólo dos aceptaron haber disparado; el cabo Ranulfo Citalan Martínez y el soldado José María Ortiz Munquiz, el primero declaro haber accionado su arma dos veces y el segundo 8 ocasiones “a las llantas”.
La víctima, Javier, de 26 años, murió de un disparo que le penetró por la espalda en el omoplato izquierdo, que le afectó el pulmón, al ser acribillado el vehículo que conducía, un Honda Accord 2008 en Sierra de las Águilas y Cerro de la Silla.
Los militares mintieron al asegurar que Javier traía un arma AR-15, misma que le fue sembrada a un lado del cuerpo, así como varios cargadores y cartuchos de diversos calibres.
Al ordenar la libertad de los jóvenes acribillados por los militares, el Juez de Control ordenó a la Fiscalía General de la Republica apertura carpeta de investigación para esclarecer los hechos en donde los soldados dieron muerte a una persona, lesionados a dos y luego de sembrar un arma, arrestaron ilegalmente a un joven.