SÚPER BOWL LVII; DE PRONÓSTICOS RESERVADOS
Ha llegado un nuevo momento de la verdad para la NFL. Las Águilas de Filadelfia se enfrentarán a los Jefes de Kansas City en el Super Bowl LVII, que se llevará a cabo en Glendale, Arizona, tierra desértica de extraterrestres, en el State Farm Stadium. Los primeros llegaron hace cinco años en la edición del Super Bowl LII, cuando liderados por Nick Foles, vencieron a los Patriotas de Nueva Inglaterra, mientras que los segundos lograron lo propio en la edición correspondiente de hace dos años, cayendo con Tom Brady y sus Bucaneros de Tampa Bay. Los ahora dirigidos por Nick Sirianni han llegado cuatro veces al magno evento, llevándose sólo una vez los palmares, por su parte, los Rojo-escarlatas, se han presentado cinco veces, logrando el preciado galardón en dos ocasiones.
Ambos conjuntos, terminaron como líderes de sus conferencias, aunque, en materia estadística, los de Pensilvania son evidentemente superiores. No sólo lo demuestran los números, ya citados en muchos medios, sino además sus líneas. Frontales ofensivos y defensivos, zonasecundaria, cuerpo de corredores y receptores. En todas esas áreas, Filadelfia está saturado de talento y de nombres All-Pro y ProBowl. Ante un rival tan dominante ¿Están los Jefes de Kansas City destinados a perder por amplio margen el Súper Domingo?
Me parece que debemos tomar en cuenta dos factores que pueden o deben ser determinantes a favor de Kansas City: Número uno, la experimentada “cabeza” del equipo; me refiero a ese tridente excepcional de “master-minds” que conforman Andy Reid (entrenador), Steve Spagnuolo(Coordinador Defensivo) y Eric Bieniemy (Coordinador Ofensivo). Estos señores cuentan con una vasta experiencia trabajando en conjunto en estas altas instancias, y estoy convencido que a pesar de no contar con tanto talento en su plantilla, como el de sus rivales en turno, lograrán maximizar sus fortalezas a un grado meteórico (como lo han venido haciendo) y lograrán detectar y explotar las pocas debilidades de las Águilas. Número dos, la magia –casi literalmente hablando- de Patrick Mahomes. El joven mariscal de campo se ha convertido en un líder absoluto, que sabe exprimir a la “n” potencia las capacidades ofensivas de sus corredores y receptores (si logra llevar a su equipo a la senda del triunfo, a pesar del esguince en su tobillo, definitivamente es otro extraterrestre de esa tierra desértica). Además cuenta con otro gran activo: sigue siendo impredecible para las defensivas, rompiendo esquemas y estrategias a diestra y siniestra, muchas veces de la mano del impresionante y también imparable ala-cerrada Travis Kelce, quien a propósito, enfrentará a su hermano, el centro JasonKelce, ambos los mejores de la liga en sus respectivas posiciones ¡Vaya espectáculo¡
Ahora bien, queda claro que mientras Kansas City debe aplicar una metodología compleja y casi exacta para lograr llevarse el triunfo, las Águilas de Filadelfia sólo deben apegarse a la lógica y aplicar lo establecido por el “librito”, es decir, no caer en las garras del pánico escénico (para Nick Sirianni y Jalen Hurts, los pilares del equipo, este escenario es completamente nuevo) y establecer el ataque terrestre. Su línea ofensiva es de categoría elite, Miles Sanders, su corredor, obtuvo más de mil yardas en la temporada regular y fueron el cuarto mejor ataque en ésta categoría. Cuentan con las armas y la maquinaria para mantener a Patrick Mahomes fuera del emparrillado por muchos minutos. Del otro lado, su defensiva es un “juggernaut” para la presión al mariscal de campo. Los frontales Hasson Reddick, Josh Sweat, Javon Hargrave y el veterano Brandon Graham, son dinamita pura, que si logra apagar la magia de Mahomes, será una clave fundamental para inclinar la balanza a favor del conjunto alado.
En conclusión, me parece que tendremos un cotejo interesante en demasía, donde dadas las circunstancias establecidas, las defensivas serán mayores protagonistas que las ofensivas, por consiguiente tendremos un partido de no más de treinta puntos, que se decidirá en los últimos minutos antes del final. Definitivamente, será un enfrentamiento colosal de pronóstico reservado.