Cara de póker: cómo usar el lenguaje corporal puede ayudarte a ganar

El póker es un juego de azar pero también de estrategia. El objetivo final es obtener buenas cartas. Ahora bien, no siempre las buenas cartas pueden llevar a un jugador al éxito. Muchas veces, sus compañeros pueden amedrentar sus acciones si saben leer exactamente su lenguaje corporal. Además, también puede suceder que quien esté intentando engañar sea descubierto.
Para esto, es necesario aprender una serie de tácticas. Descifrar el lenguaje corporal del contrincante es fundamental, y a la vez, es necesario aprender a mantener la compostura durante una partida. En este artículo, vamos a reconocer exactamente cuáles son los gestos más frecuentes y cómo descifrarlos.
El lenguaje corporal
Comprender y saber leer el lenguaje corporal de los demás jugadores puede ser de gran utilidad. Los investigadores de la comunicación estiman que el lenguaje corporal y no verbal constituye un 90% de la comunicación. Por eso, es fundamental saber cómo funciona y, además, saber controlar el propio lenguaje no verbal al momento del juego. Por ejemplo, si un jugador se encuentra en una casa de apuestas jugando al póker, y recibe cartas excelentes, es necesario concentrarse en disimular la alegría. De lo contrario, brindará demasiada información a sus contrincantes.
Conocer el estilo de juego
Una de las primeras medidas que debe tomar un jugador que quiere estudiar los gestos de sus adversarios, es reconocer el estilo de juego. ¿Están actuando de manera agresiva o más bien precavida? ¿Cuánto tiempo tardan en actuar? ¿Han subido mucho las apuestas? Esta última pregunta puede indicar que el jugador tiene buenas cartas, por lo que es preciso poner mucha atención a estas acciones.
Por otro lado, medir el tiempo, y lograr que la jugada no sea ni muy rápida ni muy lenta, es parte de convertirse en un buen jugador.
La observación
Uno de los gestos clave es observar en detalle a todos los contrincantes. Si el estilo de juego es precavido, no significa que lo sea en sus gestos. A veces puede ocurrir que una persona esté forzando su juego para evitar una derrota pero que sus gestos corporales lo delaten. En este sentido, hay que aprender el arte de la observación, y lograr una mirada integral del adversario.
Atención a los pies
La tensión física suele liberarse a través de los pies. Cuando una persona mueve o da pequeños golpes con los pies puede indicar que tiene una buena mano. Ante su incapacidad de demostrar su alegría a través de su expresión facial, la tensión de tener buenas cartas puede llevar al jugador a mover sus pies. De lo contrario, también pueden inmovilizar las piernas, y en general, esto indica que se acerca un engaño.
¿Qué pasa con las manos?
Las manos también suelen expresar la tensión del cuerpo. Si aparece un repiqueteo o movimiento rápido, es probable que haya nerviosismo, quizás por cartas indeseables o por indecisión. Algunas personas suelen tocarse la cara o el cuello. Este es un gesto que busca llevar calma durante una situación estresante. También puede indicar que la persona está mintiendo, por lo que es fundamental poner atención a este tipo de gestos.
Por otra parte, las palmas de las manos hacia arriba son un gesto de honestidad. Indica que se está desarmado, y por lo tanto, no hay amenazas. De lo contrario, es preciso prestar especial interés.
La respiración
La respiración también es un detalle que es necesario atender. Cuando una persona está mintiendo, genera estrés en su cuerpo. El estrés, a su vez, produce un aumento de la presión. Y ese aumento de la presión precisa más oxígeno.
Si uno de los jugadores cambia su forma de respirar, esto puede indicar que está mintiendo. Puede que tenga excelentes cartas, o bien, todo lo contrario y esté intentando disimularlo.
Los hombros
Los hombros también suelen indicar ciertas tensiones, producto del estrés de mentir. Hay que poner especial énfasis en la observación de los hombros: ¿Hay rotaciones? ¿Hay crujidos para aliviar el dolor?
Cejas levantadas
Este es un gesto sutil al que debes prestar atención cuando los oponentes reciben sus cartas. Si bien pueden mantener la boca cerrada para no expresar enojo o alegría, es más difícil controlar las cejas, porque suele haber un movimiento involuntario hacia arriba. Las cejas levantadas indican sorpresa, miedo o preocupación. En tal caso, si levantaran las cejas podría indicar que no han tenido demasiada suerte y, probablemente, lleves entonces la delantera. Podrás entonces probar apostar en la mano siguiente, y observar nuevamente si aumenta la respiración o se encuentra tranquilo.
En definitiva, hay muchos gestos que pueden ayudarte a conjeturar acerca de cuál es la situación de tus adversarios. La clave para no delatar los propios movimientos es mantenerse tranquilo e impávido, más allá de la circunstancia en particular. Muchas veces, mantener la “cara de póker” puede asustar a jugadores novatos.
Ahora bien, también es necesario ser flexibles y estudiar a cada persona en particular, ya que no todos expresan sus emociones de la misma manera. Lo fundamental es incorporar esta información de manera sutil para lograr maximizar las victorias.