Covid-19: dos años que nadie olvidará
TAMAULIPAS.- Un día como hoy, pero del 2020, comenzó oficialmente la pandemia de Covid-19 en Tamaulipas, con la detección del primer caso, un ciudadano malasio que trabajaba en el sur de Tamaulipas.
En ese momento, nadie podía imaginar la crisis que viviría el mundo entero, y lo prolongado que sería esta emergencia.
Dos años después, el estado lucha por volver a la normalidad, después de haber sufrido la pérdida de más de 7,700 vidas humanas a causa de la enfermedad; además de un daño a la economía sin precedentes en la historia moderna.
Después de aquél 20 de marzo, a cuentagotas empezaron a contabilizarse los contagios en diferentes regiones del estado, hasta llegar a una multiplicación exponencial que trajo cifras de cientos y cientos de nuevos casos.
A la fecha, la Secretaría de Salud contabiliza 145,100 contagios acumulados, de los cuales 1,500 se consideran activos.
Más de 135 mil personas se han recuperado de la enfermedad; se han aplicado más de 300 mil pruebas, de las cuales 175,451 han resultado negativas, y desafortunadamente 7,750 personas han fallecido.
Aunque estas cifras ahora pueden considerarse estables, apenas hace unas semanas vivían un nuevo pico, durante la llamada cuarta ola provocada por la variante ómicron.
Ahora, Tamaulipas está en el tránsito de la pandemia a la endemia.
Una larga historia
La Secretaría de Salud confirmó el primer fallecimiento por COVID-19, en Tamaulipas un 4 de abril; fue el caso de una mujer de 54 años de edad residente de Reynosa.
La paciente llegó a Reynosa procedente de Sinaloa y se hospitalizó en la madrugada del 3 de abril en el Hospital General de Reynosa con insuficiencia respiratoria y descompensación metabólica.
Para esa fecha ya había 30 casos positivos confirmados en la entidad.
Por esas fecha, el pedido recurrente para evitar un escenario más complicado, era que las familias se quedaran en casa, porque con transmisión local de contagios ya había pacientes positivos en los municipios grandes como Tampico, Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros.
Se esperaba la primera ola, con un 50 por ciento del personal de salud en casa, ya que por decreto, personal mayor de sesenta años de edad, embarazadas o en lactancia, madres con hijos menores de doce años de edad, personas con discapacidad, diagnosticados con alguna enfermedad crónica no transmisible, tales como diabetes, hipertensión, cáncer, leucemia, plaquetas bajas, insuficiencia renal, problemas respiratorios, asma, tiroides, trombosis, crisis nerviosa, prostatitis, entre otras debían irse a casa para protegerlos de los riesgos del contagio.
En la primera semana de octubre de 2020, Tamaulipas aun no superaba la primera oleada por COVID-19, el reporte de daños señalaba que la cifra de casos era 33 mil 074; con dos mil 866 fallecimientos y 28 mil 701 pacientes recuperados.
Con esas cifras se había superado con mucho el escenario crítico que pronosticaban los especialistas.
Durante los primeros meses, por la demanda de hospitalizaciones de pacientes graves, familiares de pacientes graves que rehuían a internar a sus enfermos en los nosocomios reconvertidos, enfrentaban el viacrucis de encontrar tanques de oxígeno para brindar la atención en casa.
El rechazo de la población a personal de salud tuvo diversas manifestaciones cuando algunas enfermeras denunciaron públicamente que eran objeto de agresiones y rechazo por parte de la ciudadanía cuando las veían entrar a una tienda de autoservicio o en algún otro lugar público.
“Tenemos que quitarnos el uniforme antes de salir del hospital, porque de lo contrario la gente nos rechaza”, dijeron.
Tres olas más pasaron desde entonces, y el escenario es muy distinto.
Precisamente a 2 años del cierre de las actividades, en Tamaulipas se determinó el pasado 15 de marzo, dar apertura a todas las actividades económicas y empresariales, así como las escolares.
Pero el llamado de las autoridades sanitarias sigue siendo el mismo: no bajar la guardia porque la pandemia puede volver en cualquier momento.
El daño económico
Representantes de la iniciativa privada aseguran que en Tamaulipas cerraron definitivamente 4 mil empresas, que representaron pérdidas económicas por más de 50 mil millones de pesos; con una pérdida inicial de más de 20 mil empleos que poco a poco se fueron recuperando.
Se estima que más de 2 mil empresas de las 20 mil que son socias de las Cámaras de Comercio en el Estado, requieren en forma urgente de financiamiento para poder subsistir, reveló la Fecanaco.
Aseguran que ahora, dos acs después del inicio de la emergencia sanitaria, no hay liquidez en muchas empresas, para seguir cumpliendo con sus obligaciones de pagos, debido a la inflación, el aumento a los insumos, los incrementos salariales.
“Son 24 meses de pandemia y ahorita ya estamos en un crecimiento económico se recuperaron los 23 mil empleos perdidos en Junio del 2020, sin embargo las empresas afectadas tuvieron que sacar vender propiedades, prestamos, créditos, financiamientos por lo que se tendrá que solicitar a los gobiernos federal y estatal recurso de apalancamiento para que las empresas puedan seguir trabajando, ahorita el INFONAVIT el IMSS, tiene que haber una postura más flexible”, asegura la Federación. Las empresas más afectadas fueron las pequeñas.
Otro rubro que da una dimensión de lo costosa que ha sido la pandemia ha sido el gasto desembolsado por las aseguradoras.
En Tamaulipas, 1,089 usuarios de seguros de gastos médicos mayores recurrieron a sus apoyos tras enfrentar la enfermedad. Se estima que en promedio el costo por cada tratamiento fue de 520 mil pesos, lo que daría un total de 566 millones de pesos.
Según la Asociación Mexicanas de Instituciones de Seguros, en todo el país desembolsaron 24,987 millones de pesos por este tipo de casos.
De las más de 7 mil personas que han fallecido en Tamaulipas, 3,685 contaban con seguro de vida, lo que también representó otra erogación millonaria para las compañías.
Ola tras ola
22 de enero del 2020. La Secretaria de Salud da a conocer la existencia de un primer caso sospechoso, en Reynosa, Tamaulipas, un ciudadano de origen chino, que dio negativo a la prueba.
17 de marzo del 2020. Se decreta la suspensión de actividades escolares y el cierre de prácticamente toda actividad económica no esencial.
20 de marzo del 2020. Se confirma en Tamaulipas el primer caso positivo: un ciudadano de origen malasio que trabajaba en el corredor industrial de Altamira.
4 de abril del 2020. Salud confirma la primera muerte por Covid-19 en el esyado; una mujer de 54 años residente de Reynosa, que llegó enferma de Sinaloa.
1 de octubre del 2020. Tamaulipas contabilizaba 33 mil casos, y 2,866 fallecimientos después de la primera ola.
7 de enero del 2021. Pega de lleno la segunda ola después de las fiestas decembrinas. Al final de esa temporada se contabilizaban 3,400 fallecimientos.
13 de enero del 2021. Empieza la primer jornada de vacunación para personal médico en Tamaulipas.
20 de enero del 2021. Se agudiza la crisis sanitaria; aunque en los hospitales de Tamaulipas no faltaron camas; empezó a escasea el oxígeno medicinal.
15 de febrero del 2021. Empieza la jornada de vacunación para adultos mayores de 60 años en Tamaulipas, con Astra Zeneca.
18 de agosto del 2021. Pega la tercera ola con el pico más alto en lo que va de la pandemia, con cifras de más de 700 contagios y 20 decesos diarios.
10 de enero del 2022. La cuarta ola llega impulsada por la nueva variante Ómicron, que dispara la contagios, pero al ser menos letal y gracias a la vacunación, se mantiene estable la ocupación.